La Idea de Bien Común en la Filosofía Medieval y Renacentista
Lorenzo Peña
La noción del bien común como regla suprema de la sociedad --central en la filosofía jurídico-política medieval y renacentista-- hunde sus raíces en el pensamiento antiguo; no sólo en la filosofía griega, sino, aún más, en las ideas jurisprudenciales romanas, en Cicerón y Séneca, pasando por la mediación de la patrística, para la cual la propiedad privada, la desigualdad y la esclavitud vienen del pecado y la corrupción (la concupiscencia), al paso que los bienes del mundo han sido creados por Dios para aprovechamiento común del linaje humano.

A partir de esas fuentes, los escolásticos medievales desarrollan unas teorías que tienden a restablecer en parte --en la medida de lo posible-- la comunidad primitiva de bienes mediante la ayuda pública a los necesitados. Valoran el trabajo pero no el comercio. Y erigen la busca del bien común en una regla de obligado cumplimiento para el legislador, al margen de la cual el poder es arbitrario (y, en definitiva, tiránico). Tales puntos de vista serán articulados por filósofos como Sto Tomás de Aquino, Erasmo, Tomás Moro, Vitoria, Báñez, Campanella y Juan de Mariana.

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