En recuerdo de Paquita Gonzalo

Por Lorenzo Peña
2004-04-19

Doña Francisca de Paula Gonzalo González ha fallecido en Madrid el 14 de abril del año 2004. Había nacido en el Palacio Real de Madrid el 5 de octubre de 1911.

Su abuelo materno, D. Mateo González Municio, era mutilado de guerra: militar del ejército español, había sido lisiado por el fuego enemigo al ser atacada España por los agresores estadounidenses en 1898.

Su abuelo paterno, D. José Gonzalo (1850-1903), domador de caballos en las Caballerizas Reales (sitas en el lugar de los actuales Jardines de Sabatini junto al Palacio Real, en la calle de Bailén), fue ascendido al cargo de Correo del Rey por S.M. la Reina Regente, Doña Mª Cristina de Habsburgo-Lorena.






A los 17 años de edad, Doña Francisca ingresó, por oposición, en un cuerpo de funcionarios del Ministerio de Obras Públicas.

Como funcionaria de ese Ministerio, colaboró en la labor emprendida, durante la II República, por el gran renovador de las infraestructuras españolas, el Ministro D. Indalecio Prieto.




El 10 de agosto de 1935 contrajo matrimonio con D. Lorenzo Peña Chércoles, de quien quedaría viuda el 5 de enero del año 2004 (habrá sobrevivido a su marido cien días).

Siempre fue una mujer con un enorme afán de cultura y de saber, con la idea --propia de nuestro liberalismo histórico-- de que el estudio y el conocimiento exaltan y hacen avanzar a los hombres y a los pueblos.

Al estallar la guerra civil, Doña Francisca, que siguió trabajando en el Ministerio, trasladó su residencia, junto con el Gobierno de España, primero a Valencia (1936-37) y luego a Barcelona (1937-39). Regresó a Madrid a fines de enero de 1939 --poco antes de caer la capital catalana en poder de los atacantes--.




Tras el desenlace bélico, fue sometida a depuración y a una durísima sanción, que acarreaba un destierro a Alicante (ciudad a la que amó mucho), el cual sólo le sería levantado en febrero de 1952 por el Ministro de Obras Públicas, Conde de Vallellano.






Por una degeneración ocular congénita hereditaria, y de resultas de una desafortunada intervención quirúrgica, Doña Francisca se fue quedando paulatinamente ciega entre fines de los 60 y comienzos de los 70. Ha permanecido en la oscuridad los últimos 30 años de su vida, aproximadamente. Su historia es un ejemplo de cómo fue azotada la vida de millones de españoles por las tempestades y las convulsiones del siglo recién transcurrido.

La han sobrevivido sus hijos María Eulalia y Lorenzo, quienes siempre guardarán en su corazón el recuerdo de una madre inmensamente cariñosa, abnegada, laboriosa, esforzada, íntegra, que les inculcó, desde niños, los valores republicanos de la honradez, el trabajo, el estudio, la bondad, la compasión y la justicia.












































































Don Mateo González Municio era Capitán de Infantería. Había sido condecorado: con la Cruz roja del Mérito Militar de primera clase, medalla conmemorativa de la campaña de Cuba; con la cruz blanca del Mérito Militar; y con la cruz de San Hermenegildo. Fue proclamado oficialmente `Benemérito a la patria por segunda vez'. Falleció el 21 de Octubre de 1918 a los 73 años de edad.