Leibniz y el pragmatismo jurídico-político
por Lorenzo Peña y Txetxu Ausín
La justificación leibniziana del ordenamiento político-jurídico se basa en la existencia de reglas instrumentales supeditadas al servicio a la convivencia humana y al bien común de la humanidad, tanto en el campo del derecho interno como en el del derecho de gentes. La razón para obedecer los tratados internacionales y desautorizar a quienes los violen (como Luis XIV) es que, sin respeto a la palabra empeñada, no habría orden, no habría paz, no habría servicio conjunto de los poderes estatales al bien común.
En ese marco Leibniz elabora una poderosa argumentación a favor de la causa del pretendiente Carlos de Austria al trono de España en nuestra guerra de sucesión (1701-1714), que fue, a la vez, una guerra civil y un conflicto bélico internacional.